Esta mañana he estado en el Senado.
Por cuestiones de trabajo es habitual que me pase por alguno de los "centros de poder" del reino: Congreso de los diputados, Senado, Tribunal Constitucional..., así como otros órganos importantes de primer nivel y organismos oficiales autonómicos. En todos ellos las medidas de seguridad son, evidentemente, muy grandes y para evitarme problemas siempre suelo hacer lo mismo: antes de pasar por los inevitables controles, meto todas las cosas metálicas que lleve en los bolsillos como monedas sueltas, llaves o móvil en el bolso de mi portátil, que es el que pasa por el escáner. Como la cartera donde llevo el dinero tiene como unos botoncitos metálicos, también la meto dentro del maletín del portatil para evitarme engorros. De esta manera yo paso más o menos limpio por el arco de seguridad. Y eso es lo que he hecho, siguiendo mi costumbre, esta mañana para pasar al edificio del Senado.
Una vez que he dado mis datos en el control de policía y los he vuelto a dar, de nuevo, a los conserjes que son los que se encargan de avisar a la persona con la que he quedado (ya que ni siquiera puedo entrar solo) debo esperar en recepción a que salgan a por mí. Como yo iba al departamento de informática, hasta que no han venido a recogerme, no he podido pasar.
Como las cosas que tenía que hacer las he resuelto más o menos rápido, y otras no podía resolverlas yo, cuando hemos terminado me han dicho que les acompañara a tomar café, y dado que yo no tenía dinero encima (las monedas y la cartera con el dinero estaban en el maletín del portátil) le digo:
- Espera que tengo que coger mis cosas.
- No te preocupes, déjalas ahí y luego te pasas a por ellas - me dice el informático.
- Vale, pero es que tengo todo el dinero en el maletín.
- Da igual, hombre, que ya te invito yo.
- Ok, ¿pero este sitio es seguro? - le comento mientras nos echamos unas risas.
Así que subimos a la primera planta donde está el hemiciclo y la cafetería y, en un momento dado, se abren las puertas y empiezan a salir un montón de gente trajeada y encorbatada.
- Hoy hay pleno, - me susurra el informático - todos esos son los senadores.
Y entonces, he empezado a preocuparme de verdad por mi cartera y mi dinero.
2 comentarios:
Por fin he conseguido ponerme al dia gracias a las largas noches de lactancia. Ni siquiera voy a "regañarte" porque los post sean tan largos. ¡Me encanta el blog! y sobre todo me divierte un montón y a la pequeña Eva que lo lee conmigo también
Gracias, gracias, mil gracias a todos los que leeis mis paridas y dedicais un ratito de vuestro tiempo a leer el blog; gracias a los que lo recomendais a vuestros amigos; gracias a los que dejais comentarios; gracias a los aficionados al alpinismo que entran buscando informacion de la expedicion de Mallory e Irvine al Everest (mi madre, que éxito de entrada)... gracias a todos.
Es reconfortante saber que lo que uno escribe le interesa a alguien y cualquier comentario o visita recibida hace merecer la pena la cantidad de horas que le dedico a cada post.
Gracias!!
Jesús (Calamardo)
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