martes, 12 de abril de 2011

Mis recetas favoritas. Ensaladas (I). Variaciones con reducción de vinagre de módena y base de ensalada de lechuga

Otro de los productos que he descubierto recientemente y que ya no falta en mi cocina es la reducción de vinagre de Módena. Menudo invento.

El caso es que este producto está de moda pero yo no lo conocía. Por supuesto que es un ingrediente totalmente conocido en los restaurantes italianos, pero siempre me había quedado la duda de qué era esa especie de crema, que parecía un caramelo acido, que le echaban a algunas ensaladas.

Hasta que un día me fijé en la carta de uno de estos restaurantes: ensalada tropical con reducción de vinagre de Módena. Así que una vez que había dado con el nombre de esa salsa, pues me acerqué a la sección especializada de mi Hipermercado más próximo a ver qué tal salía el invento.

Y menudo acierto, tú.

Mi favorito es éste que está a la izquierda, que da la casualidad de que fue la primera marca que compré. Luego la he probado de la marca Mercadona, pero no es lo mismo... aunque también está buena. La marca Ponti le da, creo, el toque perfecto entre acidez y dulzor, y que encaja de maravilla con el sabor ligeramente amargo de la lechuga. Un simple plato de un poco de lechuga iceberg troceada y bañada con este mejunje, le da un toque realmente espectacular, ¡y no deja de ser lechuga!. Para mí, ambos sabores casan perfectamente y es una cena saludable y sabrosa (de hecho es una de mis opciones más recurridas).

Yo siempre tuve problemas en cómo aliñar una ensalada de lechuga, porque con el aceite yo creo que el sabor amargo de la lechuga se junta con el amargor del aceite y da un resultado que no me es agradable para nada; el vinagre me resulta un poco fuerte, y sólo a veces regada con un poco de limón, como hace la Sra. Tentáculos, he logrado alcanzar algunos resultados más o menos aceptables. Pero desde luego, que todas mis dudas se han disipado con esta salsa italiana.

Así que ahora, sobre todo los fines de semana en los que tengo más tiempo para dedicarme a la cocina, acompañando una pizza casera, un plato de pasta, o algún otro plato más o menos mediterráneo, no puede faltar una buena ensalada bañada con este ingrediente. Y aquí voy a dar mi pequeña receta, que no es nada novedosa no original, y por supuesto puede tener tantas variantes como se quiera, pero es la que hago yo.

Yo la utilizo básicamente para dos tipos de ensalada, las cuales son muy parecidas y tienen una base común. Los ingredientes comunes son.

- Una bolsa de ensalada de mezclas de lechuga tipo "gourmet" o cualquier otra que te guste, que esto es para pasárselo bien. Yo aconsejo abrir la bolsa como media hora antes de comerla, porque parece que no está tan seca como recien abierta, y está un poco más jugosa. No sé, a lo mejor es impresión mía.
- Una manzana troceada. Hay que cortarla en el último momento, antes de servir, para evitar que se oxide y se ponga pocha.
- Queso mezcla troceado en cubitos para ensaladas (abstenerse de usar queso fresco o mozzarella, pues creo que no tienen el suficiente carácter como para hacer frente al potente sabor de la reducción de Módena).

Partiendo de esa base, yo elaboro dos tipos de ensalada, la que se podría llamar "Ensalada tropical Calamarda" y "Otra....".

Ensalada tropical Calamarda
Como he dicho, partimos de esa base de tres ingredientes, a los cuales se le sumará:

- Una lata de rodajas de piña en su jugo, troceada en pequeños trozos.
- Una naranja pelada a la que le sacamos los gajos sin piel. Para sacar unos gajos limpios, sin piel (es donde está el secreto) habremos de usar un buen cuchillo afilado para quitarle la cascara y todo lo blanco a la naranja. Una vez que la tenemos bien pelada, con el cuchillo vamos sacando los gajos dejando la piel a los lados. De esta forma parece que desaprovechamos mucha naranja, pero la verdad es que es como se obtienen los mejores resultados.



No tiene más misterios, cogemos todos los ingredientes y los juntamos, le damos un par de meneos en un recipiente lo suficientemente amplio, volcamos en un plato y regamos de forma generosa con la reducción de Módena. La verdad es que engancha, ojo.


"Otra"
En este caso no usamos ni la naranja ni la piña (o sí, depende de tu gusto) y le añadimos nueces peladas. En este caso la combinación de la nuez con la manzana y la reducción de Módena, hacen que se obre el milagro.

En ambos casos, si no encontramos una bolsita de esas con cubitos de queso para ensaladas, podemos usar sin problemas un buen trozo de queso parmesano cortado en cubitos, ya que dará también buen resultado, o queso de cabra, de esos que se dice de "rulo". La idea es tener un queso de potente sabor que contraataque a la reducción de Módena. Al final las papilas gustativas se vuelven locas de gusto.

Por supuestose pueden añadir o quitar ingredientes al gusto de cada uno, que la cosa da mucho juego.

Pues espero que os haya gustado y si alguien ha probado alguna de las recetas que he ido poniendo y quiere comentar algo, pues los comentarios están abiertos.

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